15 enero, 2015

Las perlas

¡De antemano les digo que me encantan las Perlas!

Anoche, mientras hacía unas fotos con mi celular, hice ésta de mi collar para compartirla en mi Instagram, pero cuando pensé en el texto que la acompañaría de inmediato recordé un mensaje muy hermoso y motivador que posiblemente con esta nueva vez ha de ser la tercera ocasión que la subo en mi blog, pero no se decepcionen, les aseguro que vale la pena leerla y mantener viva la esencia de su llamado.

Así dice este artículo de cuyo autor desconozco:

“Una ostra que no fue herida no produce perlas.” 

Las Perlas son productos del dolor, resultado de la entrada de una sustancia extraña o indeseable en el interior de la ostra, como un parásito o grano de arena. En la parte interna de la concha se encuentra una sustancia lustrosa llamada nácar.

Cuando un grano de arena la penetra, las células del nácar comienzan a trabajar y cubren el grano de arena con capas y más capas, para proteger el cuerpo indefenso de la ostra. Como resultado, una linda perla va formándose. Una ostra que no fue herida, de ningún modo produce perlas, pues la perla es una herida cicatrizada.

Lo mismo puede suceder con nosotros. Si usted ya se sintió herido por las palabras rudas de alguien, por su indiferencia, si ya fue acusado de haber dicho cosas que no dijo, si sus ideas ya fueron rechazadas o mal interpretadas, si usted ya sufrió el duro golpe del preconcepto o ya recibió el pago de la indiferencia; entonces, produzca una perla! Cubra sus tristezas con varias capas de AMOR.

Infelizmente, son pocas las personas que se interesan por este tipo de movimiento. La mayoría aprende solamente a cultivar resentimientos, tristezas, dejando las heridas abiertas y alimentándolas con varios tipos de sentimientos pequeños, no permitiendo que cicatricen.

Así, en la práctica, lo que vemos son muchas “Ostras Vacías”, no porque no hayan sido heridas, sino porque no supieron perdonar, comprender y transformar el dolor en amor. Una sonrisa, una mirada, un gesto, en la mayoría de las veces, vale más que mil palabras!

Que los reveses, las caídas, los golpes, las pérdidas que soportamos, nos ayuden a ser mejores seres humanos, y que podamos producir perlas para que brillen en nuestro diario vivir.

Autor: Desconocido

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