14 noviembre, 2014

Una calle para mí solita...

Esta tarde me pasó algo muy "gracioso" y es que, al salir de mi trabajo, cuando me dirigía a buscar mi carro, que como TODOS los días lo dejo estacionado en algunas de las calles cercanas a la oficina (esto debido a la escasez de parqueos que tenemos en el edificio) me encontré con la sorpresa de que una brigada del Ministerio de Obras Públicas había abierto una zanja medio a medio a la calle Roberto Pastoriza, y mi carrito, el único desamparado del cual no encontraron su dueña para que se le advirtiera del "terremoto" que se le armaría a su alrededor, parecía olvidado y   huérfano sin un doliente.

Llegué a la zona casi entrando en shock porque desconocía el estado de mi carro al alcanzar a ver los escombros de la calle, las lomas de lodo del color del barro y el entaponamiento que sorprendió a los cientos de conductores que transitan diariamente por esa y las otras vías aledañas.

Estaba totalmente bloqueada, sin acceso para ningún lado. Algunos curiosos y vecinos del área me abordaron amablemente para decirme que de haber sabido mi nombre me habrían ido a buscar a la empresa, pero los trabajadores del MOPC definitivamente consideraron que podían ejecutar sus labores, sin pensar qué tanto me afectaría o me molestaría a mí como ciudadana por esta singular acción.

Para mi suerte, o la de ellos, lo tomé como algo que me pasa TODOS los días, como un evento rutinario de lo más común y normal, eso si,  luego de asegurarme de que mi vehículo estaba bien, aunque algo sucio por el polvo y el lodo de la tierra húmeda. No hice màs que sonrreirme, ser amables con ellos e integrarme al clan de los demás curiosos, pero en el área VIP, al ladito de la zanja y los tubos. :)

Ellos, aunque creo que con mayor razón  debían comportarse amablemente conmigo, tambien lo fueron, y luego de hacer unos cuantos ajustes de logística  y varias señas, miradas, sonrisas y gestos de "un momentito", dispusieron de una pequeña pala mecánica para despejar la vía y para que mi carrito y yo pudièramos por fin salir. 

Al final de cuentas, todo se resolvió prácticamente rápido y en perfecta armonía. Tenía alguna prisa, pero decidí adoptar la actitud del que es flexible, empático y que confía en que las cosas suceden por algo. (Aunque reitero, gracias a Dios que mi carro estaba bien) 😉

Después de todo,  y dentro de tanta "camaredería",  hasta me sentí como si hubieran construído una calle especial y exclusivamente para mí solita. ☺️

¡Qué besha! Hahahaha!

No hay comentarios: