Ayer pasé un rato muy agradable en compañía de mi amiga Lissette, y me daba gusto pensar y analizar como es la vida de activa cuando somos mujeres con diversos
roles en nuestro diario vivir.
Las que trabajamos fuera del hogar que estudiamos, nosotras las que no nos interesa ser
solo excelentes planchadora, lavadoras, cocineras, aprender nuevas recetas, ir al mercado, … uff! tan solo de citar estas palabras pienso que definitivamente no son para mi.
Respeto a quienes se dedican solo a servir a otros en el hogar, pues es una labor tan ardua como otras y no es que me libre 100% de hacerlas (al contrario) pero estos son oficios que de niña nos enseñaron y muchas ya los traemos por “default”, lo hacemos en casa pero la diferencia de hoy en día es que con la mayoría de mujeres con las que me relaciono no se conforman con solo ser “cho***” (palabra muy fea para pronunciar y/o escribir).
Las féminas que nos gusta asumir nuevos
retos, estamos siempre en busca de algo mas, nos prepararnos técnica o profesionalmente, de alguna manera buscamos las diferentes formas de no estancarnos y con una visión puesta hacía la NO
dependencia de un esposo (en algunos casos), en la satisfacción personal, en el ejemplo para nuestros hijos, para la sociedad y hasta para nuestros propios maridos (para las que aplica) ;-)
Unas de las mejores decisiones que he tomado en mi vida fue divorciarme, a parte de que ninguno de los dos éramos
felices haciéndonos compañía, siento que eso mismo no me dejaba avanzar en mis planes personales. Desde muy joven empecé a trabajar y no dependía en lo absoluto de mi ex (económicamente), pero emocionalmente la relación me cohibía de tener ánimos para emprender lo que quería.
Una vez tomada la decisión y enfrentada a mi nueva vida como mujer, divorciada, madre y soltera… empezaron a salirme alas, con un poco de miedo al principio, pero mis objetivos bien
focalizados y dispuesta en todo cuanto debía cambiar para lograrlos. Mi testimonio es que aprendí a
volar y a partir de allí luchar por mis sueños, pequeños o grandes, pocos o muchos pero
mis sueñosHe tenido la suerte de que mi relación con mi ex pareja ha sido extraordinaria y fuera de lo común, por el sentido de
amistad,
respeto,
apoyo en el momento preciso, mucho mayor a cuando compartíamos un techo. Gracias a Dios ambos tomamos la mejor decisión para cada uno de nosotros y en definitiva para nuestros hijos, quienes no merecen vivir en un ambiente
de desamor mis chicos no serían tan felices como ahora si en cambio Pablo y yo hubiéramos
forzado una unión donde no prevaleciera el compromiso y mucho menos el amor, cuando un matrimonio
carece de esas condiciones, entonces busquen y encontrarán secretos de infidelidad, de mentiras, de abuso psicológico, infelicidad, frustración, etc. Reitero mi agradecimiento a Dios porque supimos prescindir de “nuestro contrato” antes de que fuéramos víctimas de tales males.
Mientras recorría la ciudad con Lissette, tuve pensamientos fugaces de lo feliz que soy de manejar
mi tiempo y a propósito de cuanto nos rinden las horas a las mujeres. Salimos de la oficina, cumplimos con una cita con el Dentista, nos fuimos a comprar ropas, nos sentamos a comer unas empanadas riquísimas que acostumbramos y luego a las clases de nuestra carrera en el Instituto.
Los obstáculos los pones el diario vivir y una misma (otras veces), pero también existen las formas de
deshacernos de ellos o ponerlos a un lado si en verdad queremos, si verdaderamente deseamos algo. Desde una puerta cerrada, cadenas que nos atan, falta de motivación, ingresos financieros limitados y otros, todos se pueden
vencer cuando se está bien concentrado a lograr sus propósitos.
Es mi deseo que toda mujer (y me incluyo, porque aun faltan cosas por hacer) que aun no haya encontrado el camino para emprender su vida de la manera que desea, que encuentre fuerzas, agallas, autoestima y confianza para luchar por su propósito y meta personal.
Las quiero mucho mis amigas y quiero igual a los amigos que
leen mi blog y que nos apoyan.
